No lo pude evitar, y en cuanto pude volé a por esta segunda parte. Me ha gustado muchísimo, sigue manteniendo la tensión, el misterio y el mismo hilo conductor del primer libro, y en algunos momentos supera al primero, porque es mucho mas personal, mas intimo, ya conocemos a los personajes, sabemos como piensa el inspector Ayala, y lo vemos en una faceta totalmente distinta a la primera parte, intentando superar sus miedos y queriendo avanzar en todos los ámbitos.
Como bien dice la escritora en los agradecimientos esta novela trata de la paternidad y la maternidad. A lo largo de sus páginas se han paseado buenos y malos, nocivos, ausentes, indecisos, tiranos, abuelos que ejercen de padres, tías que salvan y sufren como madres... Trata de temas tan sensibles mientras se pasea entre asesinatos.
No quiero contar mucho mas, solo poner una frase muy de nuestro Kraken, como me gusta el personaje: "no me jodas, que no soy virgen. A mí Satán ya me ha follado sin vaselina".
Que brutal es esta escritora, estoy muy contenta de este descubrimiento y seguire atenta a que se publique el tercer libro. Pasare desesperación jejeje.
Besos.
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